Cómo armar un lindo escenario en mi vidriera.

Cuanto más énfasis se ponga en lograr un lindo escenario para mostrar nuestro producto, este se destacará y lograremos nuestro primordial fin: la venta. Una de las tendencias actuales en vidrierismo es aprovechar al máximo el espacio para contar una historia: valerse de ciertos objetos que tengan que ver con nuestro producto, pero que no compitan con él. Esa es la clave.

CÓMO LOGRARLO
La caja/espacio debe ser lo más neutra posible, para ello sus paredes deben estar pintadas de colores claros, los llamados “neutros” que van del humo o gris claro a los visón (marrones claro) confeccionada en un material -durlock o enchapado de madera, por ejemplo- que nos permita clavar, pintar, forrar, etc. De tener techo, sugerimos pintarlo de blanco para que refleje la luz que proviene de spots empotrados. Otra posibilidad es colocar enchufes (alejados de la vista) para jugar con el diseño si se decide exhibir lámparas. Sin invertir demasiado en género, impresiones, plotters u otros, con capas de pintura de diversos colores, podes cambiarle la cara rápidamente y hasta integrar el techo, pintandolo del mismo color. Este recurso vale para vidrieras minimalistas donde solo un producto, central – la estrella de nuestro catálogo – se exhibe sin adornos, pero bellamente iluminado.

LA ILUMINACIÓN
Dependiendo del tipo de producto que se exhibe, se utiliza una iluminación más cálida o fría. Las distintas formas de iluminar sirven para crear ambientes. No es lo mismo exhibir maniquíes con prendas que objetos con o sin brillo. Una buena iluminación completa el escenario. Como estamos mostrando tendencias, nos dan la pauta de los estilos más comunes que elegimos para plantear una nueva vidriera.

ELEMENTOS CLAVE
Una linda vidriera se arma con lindos elementos. Se preguntarán qué es lindo. Muebles especiales para exhibición, tarimas, sillas y sillones, maniquíes y mesas de arrime nos serán útiles para componer el espacio y contar historias. El producto disponible para la venta debe estar inmerso en una situación, de lo contrario el concepto pierde fuerza.
Por otro lado, así como las joyas se exhiben en las vitrinas, nuestro diseño puede destacarse con sólo una linda tarima (de madera, forrada o pintada), replicada por dos o tres. Los números impares siempre tienen mejor llegada al público. Podrás exhibir tres productos de un mismo diseño, un mismo diseño pero en tres colores o tres tamaños.

CADA CUÁNTO DEBEMOS RENOVAR LA VIDRIERA
Se sugiere cambiar el diseño de las vidrieras cada 20 días. Si bien no es necesario invertir para cada nueva vidriera, sí deberá poder cambiar o renovar un objeto para darle un nuevo look, un “refresh”.
El interior del local, si tenemos un showroom u oficina de ventas, debe poder mutar cada 3 años, porque los clientes se cansan de ver siempre lo mismo. Así sucede en los shoppings.

REGLAS BÁSICAS

    • Tener en cuenta la caja (espacio) donde se exhiba.
    • Puede estar pintada o forrada con género o con algún impreso.
    • Indispensable diseñar la iluminación.
    • Conseguir buenos elementos para apoyar el producto y que sean versátiles. Ello nos dará más juego para componer diversos estilos con el mismo material.
    • El producto u objeto debe estar en muy buen estado y si lo deja exhibido por más de 20 días -que es lo sugerido-, debe poder limpiarse.
    • Si no tuviera una caja y la vidriera estuviera abierta, puede disponer de una tarima que defina el sector, lo cual beneficia el espacio.
    • Es ideal también contar con una malla o estructura colgante en el techo de vidriera que nos permita diversos usos.

VIDRIERISTAS
Silvina Lescinskas (@laceandroll) Estilista de moda y ambientación, especializada en vidrieras y visual merchandising. Creadora de contenido para redes sociales. Actualmente trabaja para marcas de moda, medios gráficos, audiovisuales, eventos y desfiles.
Laureano Romani (@laureanodeco) Decorador, ambientador, vidrierista y blogger. Divide su tiempo entre dos pasiones: el diseño y la docencia. Se destaca en proyectos que integran varias disciplinas. Para él los presupuestos no son un limitante sino la fuerza que impulsa a crear.